Pero lo tuvimos que hacer todo el mismo dia, dada la advertencia de Masaru sobre el tifon que iba a tener lugar el dia 25.
Por la maňana bien tempranito nos fuimos rumbo Himeji, que Amparo ya lo ha apodado "las escaleras Himeji", a buen entendedor pocas palabras bastan, jeje.
El castillo de Himeji bien merece los 600yenes pagados por su entrada, es de los mas impresionantes, tanto por sus bonitos jardines, como por sus largos pasillos, construidos totalmente en madera, como por el interior de su castillo propiamente dicho, ademas de la impresionante vista desde lo alto del mismo, recompensando bien el esfuerzo realizado hasta su subida. Es un lugar que recomendamos encarecidamente ver, y de visita obligada para todo aquel que decida viajar hasta japon.
Una reproduccion de la princesa que mando construir el castillo en una habitacion de 16 tatamis contigua a otra de 18 tatamis (por que en Japon se miden las habitaciones por tatamis, no por metros cuadrados,jeje)
Aqui Roge haciendo el moňas, atrapado entre los barrotes de madera de una ventana.
Al finalizar la visita a lo alto del castillo y despues de recorrer las calles de la ciudad, con unas cuantas tiendas dignas de mencion, cogimos denuevo el tren rumbo al puerto de Kobe.
A lo que japon nos tiene aconstumbrados en tema de puertos (en general sombrios y malolientes), este es digno de reseňar, tanto por su grandiosidad como por su pulcritud.
En el mismo puerto hay unos videos y esculturas que mencionan el terremoto que sufrieron en Kobe en 1995, francamente con imagenes no gratas de recordar. Parece mentira como quedo la ciudad y toda la reconstruccion que han logrado llevar a cabo!!
Del puerto nos fuimos al barrio chino de la ciudad, haciendo caso omiso a las advertencias de Masaru, que la verdad no se porque, pues es un barrio de lo mas normal, lleno de tiendecitas de articulos chinos y zonas de comida, un barrio muy bonito, mientras caia la noche pudimos ser participes de como bailaban el dragon chino, haciendo todo un ritual espectacular.
Ya se nos habia echo tarde y tuvimos que volver a Osaka, no sin antes hacer una paradita en Den den town, para ver unas cuantas tiendecitas.
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